Alquilar un piso o habitación en grandes ciudades de España puede ser un complejo reto por la alta competencia, especialmente en los sectores más demandaos. Por eso, tenga en cuenta estas recomendaciones:
Contactar con el/la anunciante en las primeras horas después de la publicación del anuncio es clave para tener éxito, porque la demanda en ciudades como Madrid y Barcelona es grande, llegando en ocasiones a ser casi que una competencia. Estudios del sector inmobiliario indican que un particular que cuelga un anuncio en una plataforma recibe de media 26 llamadas de interesados antes de que el mismo sea eliminado, y que los anunciantes solo prestan atención a los primeros 19 contactos, a partir de ese punto dejan de responder llamadas.
De la misma manera, intente adelantar la cita para visitar la vivienda. Si sabe que la suya no está entre las primeras, corrobore previamente con el casero la fecha y hora de la cita antes de asistir, así evitará perder el tiempo si la vivienda ya ha sido alquilada.
Vaya a la cita con los documentos necesarios (Fotocopias del DNI, contrato de trabajo, nóminas, etc.) en caso de que se dé la oportunidad de cerrar el contrato.
Durante la visita verifique si la vivienda está limpia y bien pintada. Compruebe con detalle que las puertas y ventanas no dejan pasar corrientes, frío, ni agua.
Revise las persianas (que suban y bajen bien), también enchufes, bombillas y fusibles; verifique que grifos, duchas y radiadores funcionen bien y no goteen, y qué nivel de ruido exterior que se filtra en la estancia.
Debes saber que la mayoría de los contratos incluyen el pago de una fianza (como garantía ante posibles daños y/o impagos), pero también, es frecuente que incluyan cláusulas adicionales contra los morosos y/o los impagos.
Haga fotos de cómo recibe la vivienda y deje por escrito cómo deberá entregar el piso, esto puede servirle como garantía al momento de recuperar la fianza.
Los propietarios también pueden incluir cláusulas que especifiquen aspectos como: las normas de la comunidad de vecinos, horarios y ruido, prohibición de fiestas, de mascotas o de fumar en la vivienda, así como el límite en la estancia de invitados en la vivienda. Los contratos de arrendamiento también pueden incluir que un incumplimiento reiterado de las normas puede conllevar desahucio forzoso.
En los casos de alquiler a estudiantes es frecuente pedir un aval personal o bancario de los padres, estableciendo su responsabilidad solidaria en el pago de la renta, gastos asociados y posibles daños ocasionados. Recuerde que La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) ampara a los propietarios y les permite solicitar una declaración de la renta, el contrato o cualquier medio que le permita valorar la solvencia de los progenitores.
Finalmente, cabe mencionar que, entre los motivos para decantarse por una u otra persona, los propietarios confiesan que las dos principales razones son las buenas sensaciones personales, la seguridad económica y que el posible inquilino cuente con referencias personales.
Y en Colombia tenga en cuenta…
En Colombia muchos propietarios recurren a una inmobiliaria para que actúe como intermediaria en el arrendamiento de casas y apartamentos, y así evitar problemas de impagos de alquileres, de servicios públicos o los daños a la propiedad.
En el mercado de alquileres colombiano existen dos figuras claves, sin las que es casi imposible alquilar una vivienda: el fiador y el codeudor, que son exigidos por la mayoría de los propietarios y/o inmobiliarias como garantía ante morosos e incumplimientos.
El codeudor está definido como alguien que comparte la deuda. Por lo que si usted es codeudor de un arrendatario (el que paga el alquiler) pueden embargarle (cuentas, salario, etc.), al mismo tiempo que a él/ella, en caso de incumplimiento de pago. Por otro lado, tiene derecho a ocupar el inmueble.
El fiador es una garantía un poco menos severa que la del codeudor, pues tan solo pueden aplicarle medidas legales para que pague las deudas después de que el arrendatario demostrara que no puede pagar (después de embargarlo, mirando saldos en sus cuentas, etc.). En este caso no existe el derecho a ocupar el inmueble.
Aunque el fiador es la figura más utilizada, el arrendador puede exigirle cualquiera de estas garantías (o ambas dependiendo qué tan estricto sea). Por esto, antes de buscar una vivienda asegúrese de tener a alguien de confianza para que le sirva de respaldo. Para los más jóvenes, es común que los padres sean la figura de garantía.