Iván Duque dio el lunes un golpe de efecto que pone a Colombia a la vanguardia de las políticas migratorias en América Latina y le concede a su Gobierno una considerable reputación internacional como el principal país de acogida de la diáspora de la vecina Venezuela. El presidente anunció un estatuto temporal de protección con una vigencia de 10 años que se propone regularizar a cerca de un millón de migrantes venezolanos indocumentados que ya se encuentran en el país, el más afectado por el éxodo.
El naciente Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV) es un plan para integrar a esa población y permitirle acceder con mayor facilidad a trabajo formal, educación o salud, justamente en vísperas de la vacunación masiva para inmunizar a la población frente a la covid-19 que el Gobierno prevé iniciar el próximo 20 de febrero. En resumen, el mecanismo jurídico anunciado abre la puerta a la oferta de servicios del Estado y, con el paso del tiempo, beneficiará a más de 1,7 millones de ciudadanos venezolanos que ya se encuentran en Colombia, pero especialmente a los 966.714 que en diciembre de 2020 estaban en situación irregular, de acuerdo con las cifras de las autoridades migratorias. Cuando se acabe la vigencia de diez años, los ciudadanos venezolanos podrán tramitar una visa de residencia si deciden quedarse. Seguir leyendo